También conocido como “madera sagrada”, el Palo Santo es una especie arbórea que, gracias a sus propiedades y aroma cítrico, es utilizado con fines energéticos para crear armonía, paz y tranquilidad en los ambientes.
Común en países como Guatemala, Perú, Ecuador, Honduras, Costa Rica y México, el Palo Santo ha sido utilizado desde tiempos ancestrales para curar tanto dolores físicos como enfermedades causadas por estrés.